Ministerio de Justicia y Derechos Humanos
La Secretaría de Derechos Humanos señalizó como sitio de memoria el aeródromo de Campo de Mayo
Desde ese lugar, partieron “vuelos de la muerte”: un mecanismo utilizado por las Fuerzas Armadas para asesinar a personas detenidas-desaparecidas durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983).
Publicado el lunes 19 de septiembre de 2022 – Ministerio de Justicia y Derechos Humanos / Secretaría de Derechos Humanos / Sitios y Espacios de Memoria
La Secretaría de Derechos Humanos, a través de la Dirección Nacional de Sitios y Espacios de Memoria de la Subsecretaría de Promoción, junto con la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, señalizó el Aeródromo Militar Campo de Mayo como sitio de memoria del terrorismo de Estado. En el acto se encontraban presentes Lorena Battistiol, directora nacional de Sitios y Espacios de Memoria; Eduardo Jozami, director nacional de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario; Ramiro Madera, director provincial de Políticas Reparatorias; y Marcelo Castillo, presidente del Archivo Nacional de la Memoria. De la actividad también formaron parte organismos de derechos humanos y familiares de las víctimas.
“No dejemos de sostener las banderas de Memoria, Verdad y Justicia. Es muy importante que el Estado nacional se ponga a la cabeza de cada una de esas acciones y las lleve a cabo”, afirmó Battistiol. “Estas ceremonias de señalización de sitios de memoria afortunadamente se van haciendo más frecuentes. La Memoria, una de nuestras tres consignas fundamentales, se va convirtiendo en un pilar de nuestra sociedad”, reflexionó Jozami. La jornada la cerró Marcelo Castillo, desarrollando los avances del proyecto Espacio para la Memoria “Campo de Mayo”.
Durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983), dentro de la guarnición de Campo de Mayo funcionaron los centros clandestinos de detención “El Campito”, el Destacamento de Inteligencia 201 conocido como “Las Casitas”, la Prisión Militar de Encausados y el Hospital Militar, entre otros que se están investigando. En esos lugares permanecieron detenidas personas perseguidas por su militancia política, social, sindical y estudiantil, la mayoría de las cuales continúan desaparecidas.
La guarnición Militar Campo de Mayo fue señalizada con los pilares de Memoria, Verdad y Justicia en marzo de 2008; el ex centro clandestino de detención “El Campito” fue señalizado en septiembre de 2019 y el Hospital Militar de Campo de Mayo fue señalizado por su funcionamiento como maternidad clandestina y lugar de detención ilegal en junio de este año.
Según testimonios obrantes en el Archivo Nacional de la Memoria y en causas judiciales, el aeródromo de Campo de Mayo fue utilizado para los denominados “vuelos de la muerte”: práctica de exterminio y desaparición mediante la cual los represores asesinaban a víctimas arrojándolas desde aviones al mar o al Río de la Plata.
La metodología de ocultamiento de los cuerpos de las personas detenidas-desaparecidas a través de los vuelos de la muerte completaba el circuito criminal de secuestro, tortura, muerte y desaparición propio del terrorismo de Estado, que buscaba la eliminación de las pruebas materiales de los delitos de lesa humanidad cometidos con el fin de consolidar la impunidad de los culpables y generar el terror en la sociedad, entre otras razones.
Los crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo fueron juzgados en sucesivas instancias desde 2009. En 2022 en la causa conocida como “Vuelos de la muerte”, el Tribunal Oral Federal N° 2 de San Martín condenó a prisión perpetua a tres integrantes del Batallón de Aviación 601 y a Santiago Omar Riveros, ex comandante de Institutos Militares.
La señalización de los ex centros clandestinos de detención y de otros lugares donde sucedieron hechos emblemáticos durante el terrorismo de Estado, a través de la Ley Nacional N° 26.691, los hace visibles y expresa en el espacio público el compromiso del Estado democrático de dar a conocer y condenar los delitos allí cometidos, acompaña el juzgamiento de sus responsables y efectiviza el reconocimiento hacia las víctimas y sus familiares.
