Interior
La situación en el delta
La región del delta del río Paraná abarca una superficie aproximada de 17.500 km2 y se extiende a lo largo de tres provincias, Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe. Es una zona de gran interés ecológico y biogeográfico, donde predominan los ecosistemas de humedal.
Publicado por Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible / Acción ambiental
Los humedales son áreas que permanecen en condiciones de inundación o con suelo saturado con agua durante períodos considerables de tiempo. Contribuyen de modo decisivo al bienestar humano al desempeñar funciones de las cuales se derivan múltiples beneficios. En la región del delta del río Paraná, los bienes y servicios ecosistémicos que provee este humedal benefician al desarrollo y la calidad de vida de más de 15 millones de personas. Entre sus principales servicios se encuentran la regulación de inundaciones, la depuración de agua, la retención de sedimentos, carbono y xenobióticos, la formación de suelos y la provisión de alimentos, maderas y fibras. Es, además, una zona con una muy variada diversidad biológica.
En las islas del delta se produce desde hace años un fenómeno conocido como “pampeanización”, esto es, el traslado a estos humedales de una serie de actividades productivas propias del bioma de pampa húmeda. Estas actividades, desplazadas de esa zona central por la generalización de otras de mayor rentabilidad, ocasionan un complejo proceso de cambio de uso del suelo, visible en la aparición de endicamientos o terraplenes, cuyo objetivo es impedir el libre ingreso del agua y evitar que los campos se inunden naturalmente. Según estudios, cerca del 13 % de la superficie de la región se encuentra endicada.
Endicamiento en el delta del río Paraná.
Como parte de este fenómeno de pampeanización, todos los años, a la salida del invierno, y en menor medida en épocas otoñales, el delta sufre quemas intencionales de pastizales con diferentes grados de intensidad. El fuego es utilizado para eliminar vegetación de nulo valor para la práctica de la ganadería intensiva pero esencial para el desenvolvimiento del humedal.
En abril de 2008, ocurrió un número inusitado de focos de incendio simultáneos, lo que llegó a comprometer más de 170.000 hectáreas. El humo generado llegó a la Ciudad de Rosario, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. En el transcurso de 2020. en el contexto de una bajante histórica del río Paraná, que generó mayor cantidad de suelos secos en el humedal, se registraron más de 8000 focos de incendio, la mayor cantidad en los últimos nueve años, exponiendo, otra vez, la persistencia de este grave problema socioambiental.
Nuestras propuestas
Según la Ley General del Ambiente, el ordenamiento ambiental se desarrolla mediante la coordinación interjurisdiccional entre los municipios y las provincias, considerando la concertación de intereses de los distintos sectores de la sociedad entre sí, y de éstos con la administración pública. El delta del río Paraná, en tanto área que supera los territorios político-administrativos, requiere de la articulación de tres jurisdicciones, lo que demanda una nueva concepción para la gestión integrada.
Ante esta necesidad, impulsamos la reactivación del Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná (PIECAS), un acuerdo interjurisdiccional rubricado entre las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Santa Fe, junto con el Estado nacional, que se encontraba, desde hace algunos años, virtualmente paralizado.
A instancias de esta mesa de articulación interjurisdiccional, en diálogo con diferentes organizaciones civiles y grupos de vecinos y en consonancia con las acciones del Comité de Emergencia Ambiental, dispuesto por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, propusimos la creación de faros de conservación. Esta iniciativa consiste en establecer nodos de una red de áreas protegidas en diferentes puntos del delta, para fortalecer la presencia institucional y operativa en el territorio, e irradiar protección sobre el humedal.
¿Cómo funcionan los faros de conservación?
Los faros de conservación permiten, a través de la asignación de recursos, equipos de monitoreo ambiental y de comunicación, más la presencia permanente de guardaparques y brigadistas de la Administración de Parques Nacionales, desplegar un plan de detección temprana, prevención y disuasión de incendios que posibilite, mediante el patrullaje aéreo, terrestre y fluvial, detectar, informar y combatir focos.
Actualmente, la red cuenta con cuatro nodos:
1- En la localidad santafesina de Puerto Gaboto, sede del Parque Nacional Islas de Santa Fe.
2- En un sector de las islas frente a la ciudad de Rosario, Santa Fe.
3- En las inmediaciones del Parque Nacional Pre Delta en Entre Ríos.
4- En el Parque Nacional Ciervo de los Pantanos, el primero en la zona ribereña de la Provincia de Buenos Aires, a la altura de Campana.
Los faros de conservación permiten contar con una estrategia conjunta y permanente que posibilite, no solo el combate de incendios, sino también la prevención, la concientización y el impulso al desarrollo de actividades productivas sostenibles. En ese sentido, esta iniciativa habilita una instancia concreta para la elaboración de una estrategia estatal conjunta entre las tres provincias y el gobierno nacional, de modo de trabajar, de forma articulada, sobre los cambios introducidos por el sector privado en este territorio de alta sensibilidad para la zona más densamente poblada del país.
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