Ministerio de Cultura
Murió en París Peter Brook, leyenda del teatro mundial
Considerado uno de los directores más influyentes del siglo XX, dirigió a actores de la talla de Laurence Olivier y Orson Welles, y creó puestas en escenas novedosas y controvertidas. El artista británico también incursionó en la ópera, el cine y la crítica teatral.
Publicado el lunes 04 de julio de 2022 –Ministerio de Cultura
Peter Brook, uno de los directores más prestigiosos del siglo XX, falleció este sábado a los 97 años en París, donde residía desde la década de 1970. Su carrera abarcó obras de Shakespeare, musicales de Broadway y cine, incluida una adaptación de El señor de las moscas, de William Golding. También incursionó en el cine, la ópera, la televisión y escribió textos fundamentales sobre teatro.
Nacido en Londres el 21 de marzo de 1925, fue hijo de una familia de científicos judíos que inmigraron al Reino Unido desde Letonia. Se instaló en 1974 en París donde recuperó un antiguo teatro para convertirlo en uno de los escenarios más creativos de la capital francesa: el Teatro Bouffes du Nord.
“A los ocho años monté en un teatro de marionetas, Hamlet, e invité a toda mi familia. Yo leía en voz alta e interpretaba a todos los personajes. Mi padre, al acabar mi representación, me dijo: ‘Mira, niño, me parece que no serás actor nunca’”, recordó el año pasado en una entrevista al diario El País de España.
A los 20 años se inició como director escénico en el Birmingham Repertory Theatre, un teatro de vanguardia. Sus conocimientos musicales le permitieron, además, dirigir la Royal Opera House con tan solo 22 años de edad.
En la década de 1950 trabajó en muchas puestas teatrales, tanto en Europa como en Estados Unidos, para regresar en 1962 a Inglaterra, donde dirigió e integró la Royal Shakespeare Company. Allí, revolucionó la forma de representar el teatro con la colaboración de grandes artistas como John Gielgud, Laurence Olivier o Paul Scofield. “Lo que hay que hacer con Shakespeare es acercarse a él como si fuera la primera vez, olvidándote de las reglas y las tradiciones. Igual que con la ópera. Nunca deben parecer piezas de museo, sino algo vivo”.
Un taller en París con el prestigioso Jean-Louis Barrault le permitió tener contacto con distintas tradiciones teatrales. Esto lo convenció de establecerse en Francia e integrar a la compañía del Teatro de las Naciones.
En 1972 realizó una gira por África y realizó representaciones en diferentes poblados en Argelia, Nigeria y otros lugares con un elenco pluricultural que se iba formando a través de los lugares visitados, tanto en África, India, Afganistán Europa y Estados Unidos. Actuaban ante públicos diversos, con muchos o pocos espectadores, para presentar su teatro experimental.
“No creo en el colonialismo cultural. Como sociedad blanca no tenemos un arte o un teatro superior al de estos lugares, simplemente nuestro discurso es un fragmento de ese arte. En Japón y en África se expresan de otra forma, con una gran claridad y libertad. Incluso podría decir que allí hay actores superiores a los ingleses o franceses. Lo importante es compartir”, comentó hace poco.
En 1987, montó en París su renombrada versión del Mahabharata: un texto épico-mitológico de la India, cuya representación se desarrolla durante nueve horas y fue referencia para los estudiosos del teatro en el mundo, especialmente en la Argentina.
En Buenos Aires se conocieron sus versiones de El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, en 1999; el unipersonal La muerte de Krishna, la última parte del Mahabharata, en 2003, y una versión libre de La flauta mágica, de Mozart, en 2011.
A nuestros cines llegaron Moderato cantábile (1960), rodada en Francia, con Jeanne Moreau y Jean-Paul Belmondo, que se adhería a su manera a los preceptos de la “nouvelle vague”, y la filmación de su versión teatral de Marat-Sade (1967).
En 1980, visitó Buenos Aires para estrenar el film Encuentros con hombres notables (1979), que la Dictadura intentó censurar en parte, pero que él logro que ese estrene en su versión completa.
En la ópera dirigió piezas de Georges Bizet y Claude Debussy y, además, escribió El espacio vacío, un manual sobre sus ideas acerca del teatro y la representación.
Brook dirigió el Centro Internacional para la Investigación Teatral, en París, cuyas funciones se realizaron durante cuatro décadas en Les Bouffes du Nord, lo que no impidió que continúe con sus giras artísticas y de investigación. Una de las últimas fue la presentación en Barcelona, en 2021, de una relectura de La tempestad, de Shakespeare, surgida del taller que hizo semanas antes de que estallase la pandemia del coronavirus. “Necesitábamos hacer una tempestad libre y accesible”, dijo Brook cuando se estrenó en España.
Fuentes: Télam, EFE, El País, El Mundo.
Fotos: Télam, AFP, El País y La Maquina.